En recuerdo de Carmen Castañeda

El desconsuelo de una voz que se va, dejando un auditorio amplio de seguidores, nos llegó con la noticia del fallecimiento de la Dra. Carmen Castañeda el 4 de mayo. Los que no tuvieron la fortuna de oírla hablar tendrán el gusto de leer sus escritos de historia del libro, de las bibliotecas, de la lectura. Una afición al impreso que le llevó a rescatar libros antiguos del olvido, fomentar estudios de historia de Jalisco recuperando fuentes e iniciar proyectos académicos por doquier. Elocuencia y erudición que desplegó en sus publicaciones y en varios libros coordinados que han permitido renovar los estudios de historia cultural en México.

En marzo de este año recibió el nombramiento de Maestra Emérita en El Colegio de Jalisco pero buena parte de su actividad en los últimos años la desarrolló en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de Occidente en Guadalajara, Jalisco, México. No hay pluma elocuente que pueda contar cuanto de bueno tuvo para dar, que mejor que recordar lo que se esperaba de los textos de Santo Tomás que tanto manejaron los estudiantes universitarios a los que ella dedicó varios trabajos: “iluminad a los que se dedican a vuestros escritos … alcanzadnos a todos la meditación atenta de lo que enseñasteis”. Eso mismo podemos esperar de sus textos que queremos recomendar como elogio de su virtud.